Guía "Padrón de Habitantes"
El desarrollo del estado liberal trae consigo la institucionalización de los padrones de habitantes, entendidos como herramientas político-administrativas, más allá de meros listados de contribuyentes. Así, la Instrucción para el Gobierno Económico-Político de las Provincias de la Península, Islas y Posesiones adyacentes, de 3 de febrero de 1823, en su art. 6, ordenaba a los ayuntamientos formar en el mes de enero de cada año el Padrón General para el gobierno y administración de sus respectivos pueblos; no obstante esta legislación tendrá poca repercusión. No será hasta el R.D. de 14 de marzo de 1857, ante la inexactitud e inseguridad en el conocimiento de la población, cuando se establezca la obligación de realizar un empadronamiento nominal y simultáneo de los vecinos. Por su parte, la Ley de 20 de agosto de 1870 establecía que sería quinquenal. La base legal para los padrones de población en sentido moderno quedará establecida a través del Estatuto Municipal y Reglamento de Población de 1924, que lo define como el instrumento público y fehaciente para toda clase de efectos administrativos, formado por la relación de los habitantes de un término, con expresión de sus cualidades. Su confección era quinquenal, pero se rectificaba anualmente, correspondiendo a los ayuntamientos su formación, mantenimiento, revisión y custodia. Todo español tenía que estar empadronado en un municipio, sin que nadie pudiese ser vecino de más de uno de ellos.
La serie de padrones municipales se inicia en 1842 y se mantiene con continuidad hasta nuestros días.
